ENVIOS GRATIS A PARTIR DE 80€ EN PENINSULA
0 Carrito
Añadir al carrito
    Tienes artículos en su carrito
    Tiene 1 artículo en su carrito
      Total

      BLOG — cierre

      Cierre tienda física

      Cierre tienda física

      Hoy estarás leyendo esto y seguramente lo hayas buscado a propósito, por afinidad con mi marca, por conocerme personalmente o por el morbo del qué ha pasado.

      Mi marca personal Ola Lá nació desde el mundo del diseño gráfico, desde la carrera de Bellas Artes, y será algo que me acompañe siempre. Ésta ha ido evolucionando conforme yo he ido creciendo profesionalmente, y seguirá viva en las plataformas que vaya creyendo que tiene cabida.

      Desde hace casi 7 años empecé a hacer ganchillo como forma de vincular el diseño gráfico a la artesanía. Conocí a Leire de Ameskeria, mediante su curso en Domestika, y eso marcó un gran punto de inflexión en mi vida. Empecé a tejer cactus y a producir de forma artesana accesorios de regalo para vender en mercadillos. Me quedé en paro y decidí emprender montando mi tienda - taller en Calle Ollerías. Allí nos conocimos. Allí surgió la chispa. Allí he pasado los mejores años hasta ahora SIN DUDA. Hice una inauguración con toda mi familia QUE JAMÁS OLVIDARÉ. He compartido cosas allí con personas que ya están en el cielo. Mi despedida de soltera empezó allí. Hemos pasado muy buenos ratos en esos talleres, donde se aprovechaba el espacio al milímetro y eso precisamente era uno de sus encantos. He disfrutado los primeros meses de Sofía entre lanas, nuestra bebecaria favorita.

      He recibido visitas preciosas de compis que valen MUCHÍSIMO. Profesionales increíbles en lo suyo que nos hacen cada día querer tejer mejor y tejer cosas bonitas. Llevo en mi corazón a: Maria Atelier, Mel, Laura, Ali y Estefa; GRACIAS INFINITAS por haber hecho un hueco en vuestra vida para visitarnos y celebrar por todo lo alto cada aniversario Ola Lá. Eso significó mucho para mi y siempre estaré agradecida.

      La tienda cada vez era más bonita y nuestras clientas aún más. Todo crecía pero la llegada al mundo de la pandemia lo jodió todo y el TORTAZO ha vuelto como un boomerang. Hablando del sector de la mercería y de papelería al que me he dedicado todo este tiempo, sin duda viene un cambio de ciclo provocado por nosotros mismos, los consumidores finales. Preferimos comprar TODO en el “chino” (entendido como una gran superficie con una inversión bestial en el contenido y continente) que tienen en su mano la producción mundial de PRECISAMENTE TODO, aprovechando lícitamente la situación para comerse a los comercios locales (y lo que esté por venir). Y ojo, NO es un reproche hacia ellos porque cualquier empresario/a haría lo mismo en su situación, pero HOY tengo mi corazón dividido cuando llevo meses escuchando en silencio: “Tienes una tienda preciosa, ¡me encanta!. Me pasaría aquí horas.” (pero nunca compra nada) vs. “Si no tienes este artículo más barato (o me haces un descuento) me voy al chino”. Lidiar con esto no ha sido NADA FÁCIL. Esto me ha llevado a tomar consciencia del origen de lo que consumo en todos los sentidos, lo que valen las cosas y la repercusión que tiene en mi entorno.

      Por otro lado voy a recalcar a los proveedores que se están dedicando a vender desde fábrica al consumidor final a precio casi de coste para una tienda. ¿En qué demonios estáis pensando? Esta conversación surge muy tímidamente entre compis del sector, que alucinamos en colores como cada día van desplazándonos poco a poco pero de forma contundente. Por suerte, la gran mayoría de ellas SON FANTÁSTICAS y nos apoyamos muchísimo. GRACIAS por estar ahí porque aportáis valor del bueno. Luego hay alguna otra que te la juega por el camino, pero la vida nos pone donde tenemos que estar en algún momento ¿verdad?. Con sinceridad, estoy CANSADA de la hipocresía y de las redes sociales en general. A partir de ahora, que necesito abrir una etapa diferente en mi vida y disfrutar de mi familia sobre todo, voy a conectar más conmigo misma y menos con Instagram, que tantos quebraderos de cabeza da…

      Este último año ha sido muy especial por los talleres. Nos cambiamos de barrio y diseñé una tienda muy acogedora. A Mar le debo MUCHO. Tienes tanto amor y potencial que cualquiera que te conoce lo descubre. Has hecho de los talleres de tejer de Ola Lá todo lo que soñé siempre. Nuestras alumnas: SON LAS MEJORES DEL MUNDO MUNDIAL y significan mucho para nosotras dos. Al final el hecho de que vengáis un ratito a la tienda a tejer suponía que Mar y yo estábamos felices por estar en compañía, tener clientas nuevas y que vosotras os fuéseis con ese DESAHOGO EMOCIONAL que necesitábais. Porque todos los males no son “tan malos” si te abrazan y te miran a los ojos.

      ¡¡GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS!! De todas maneras, para vosotras esto NO es una despedida ;).

      GRACIAS a las clientas que habéis estado ahi siempre, para vosotras tampoco es una despedida. Tenéis mi teléfono y nos seguiremos escribiendo y viendo en ferias tejeriles.

      GRACIAS A MI FAMILIA AL COMPLETO. Cada uno sabe TOOOOOODO lo que ha hecho por mi todo este tiempo, lo bien que lo hemos pasado y ¡seguiremos haciéndolo!